Los niños también pueden padecer estrés, depresión, tristeza, ira, miedo, celos. Esto a su vez se refleja en problemas de conducta como son agresividad, conducta reservada, problemas de lenguaje y del habla, bajo rendimiento escolar.

La adolescencia es una etapa en la evolución de la personalidad de grandes cambios y mucha confusión, de fuertes movimientos internos y búsqueda de identificaciones. Su importancia se debe a que representa el paso de la niñez a la vida adulta, un pasaje difícil, laborioso y conflictivo con uno mismo y como consecuencia, con los demás. El Apoyo Psicológico en esta etapa es primordial, ayudando al adolescente a superar y atravesar estos conflictos, mejorar su bienestar y crear una base sólida para su personalidad futura.

En la terapia individual te ayudamos a que tengas un mayor conocimiento sobre ti mismo. Te ayudamos a entender tus emociones, tus conductas… y cómo tus pensamientos (muchas veces automáticos) dan forma a tu malestar. De esta forma aprendes a dominar tus emociones negativas, mejoras tu capacidad para tomar decisiones y desarrollas una autoestima sana, que te permite relacionarte mejor.

Cada vez es más frecuente que las familias consulten por problemas que afectan a más de un miembro o que alteran la dinámica habitual de la misma. Las interacciones creadas en el entorno familiar pueden convertirse en una fuente de malestar para los individuos que forman parte de ella. Los estilos de comunicación, las alianzas frecuentemente establecidas entre determinados componentes del sistema familiar o el manejo de las emociones que se da en él, son algunos de los factores que pueden modificarse en una terapia de familia.

El objetivo de la terapia de pareja es restablecer la relación, ayudando a tener una comunicación adecuada, para que la relación sea nuevamente agradable no es necesario estar al borde de la separación ya que algunas parejas acuden a terapia para hacer crecer su relación, otras a pedir asesoría sobre algunos temas difíciles, o para resolver alguna crisis